Amor en Familia
- Cilac2019
- 10 jun 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 4 feb 2020
El amor siempre ha sido el tema central en mis clases de Escuela de Padres y cómo no, si el amor es la causa por la que fuimos creados y en la medida que amamos, seremos juzgados al final de nuestra vida. Además, no podríamos aplicar ninguna información sobre ser buenos padres, si el mandamiento del amor no nos queda claro.
Es muy frecuente que con nuestro estilo de vida y la rutina, se nos olvide pensar, hablar y a actuar en el amor. Si no me crees, pensemos en cuántas veces hoy nos hemos desesperado, criticado o gritado. Y ahora pensemos en cuántas ocasiones hemos dicho te amo, te quiero, hemos saludado, abrazado o regalado una sonrisa. ¿Te das cuenta? Y Lamentablemente, muchas veces donde menos practicamos el amor es donde se supone que más debemos hacerlo, en nuestra familia.
Tal vez, si tu familia es joven con hijos pequeños, tus demostraciones de amor están a flor de piel, pues es sencillo porque los niños pequeños son tiernos, ocurrentes y te ven con sus ojos llenos de brillo y admiración como si fueras un superhéroe, como el Capitán América o la Mujer Maravilla; en cambio, con el paso del tiempo cuando tus hijos son más grandes, o tienen la mágica edad de la adolescencia, que ya no son tan tiernos, te cuestionan, gritan y se rebelan ¿será igual de sencillo?
La verdadera cuestión no es si los amamos ¡Seguro que los amamos! Pero qué tan seguido se los demostramos. Decía Don Juan Bosco “Los jóvenes no sólo deben ser amados, deben sentir que se les ama” y lo aplicamos también para los niños.
La familia es un sistema, en donde la forma de actuar de cada miembro, influye en los demás. Por lo tanto, que demostremos o no amor a nuestros hijos y luego que ellos se sientan amados o no, repercute de manera importante en su desarrollo, en su actuar y en la forma en que se relaciona con su entorno.
Demostrarle amor a nuestros hijos, mejora su autoestima y les brinda la fuerza necesaria para enfrentar las dificultades, porque les da la certeza de que, aunque tengan un día malo o comentan errores, sus padres los aman incondicionalmente.
Es importante aclarar que el amor en nuestra familia debe enfocarse en el ser, no en el tener. Y es en esta parte donde frecuentemente se nos vuelve complicado. Es decir, cuando amamos debemos involucrarnos, donándonos a nosotros mismos y no tanto dando regalos que llenen superficialmente el tanque de amor de nuestros hijos.
En ocasiones nuestros hijos nos dan la pauta para saber de qué manera se sienten amados, algunos dicen algo como, mamá o papá: ¿Me das un beso?, ¿Me das un abrazo? ¿Vamos a jugar? ¿Me vas a ver al partido? ¿Me das tu mano? ¡Te hice una carta! ¡Tengo algo que contarte! ¡Te quiero mucho! ¿Tú me quieres? O sorpresivamente te dan un beso o un abrazo. Y es entonces que los papás debemos poner manos a la obra en eso que nos están pidiendo y hacerlo frecuentemente.
Algunos padres de familia me han comentado que no demuestran amor porque no saben cómo, pues no lo aprendieron en su familia de origen, si es tu caso, te digo que vale la pena intentarlo, puedes comenzar de poco en poco y conforme pase el tiempo te será más sencillo.
Es importante mencionar que las demostraciones de amor pueden ser de forma grupal, es decir de una vez con todos tus hijos, pero es muy importante hacerlas también de manera individual, considerando la personalidad y necesidades de cada uno.
Algunas cosas que podemos hacer para que nuestros hijos se sientan amados son:
· Decirles frases como “Te amo”, “Estoy orgullosa de ti”, “Eres muy importante para mí”.
· Dedicarles un tiempo especial para platicar, jugar, caminar, comer un helado, lo que más les guste.
· En la medida de lo posible asistir a sus asambleas, partidos, presentaciones, entrega de calificaciones o actividades que le generen alegría y bienestar.
· Darles un beso, abrazo, palmadita en la espalda, hacerles cosquillas, hacerles piojito.
· Escribirles un mensaje, una carta o hacerles un dibujo.
· Colocar sus dibujos o mensajes en un lugar especial de la casa.
· Colocar sus fotografías en un lugar especial de la casa.
· Cuando quieran platicar, escucharlos, darles el tiempo y la atención necesarios. Si por alguna causa de fuerza mayor no se puede en ese momento, fijar un tiempo y cumplirlo.
· Prepararles de vez en cuando, o en ocasiones especiales, su comida favorita.
· Celebrar sus cumpleaños y logros.
· De sorpresa darles un detalle como una flor, chocolate, algo pequeño pero significativo.
· Hacer oración juntos, dar gracias a Dios por sus vidas y darles la bendición antes de salir de casa.
· Leerles cuentos e inventar historias donde sean los personajes principales.
· Enseñarlos a ser independientes y a valorar la importancia de la familia.
También, es importante amar y respetar a nuestra pareja, establecer límites y dejar muy clara nuestra autoridad como padres.
Éstas son algunas sugerencias con las que podemos demostrar amor a nuestros hijos, seguramente ya realizas algunas y se te ocurrirán muchas más ¡Adelante!
Compartiendo la alegría de ser padres, te mando un abrazo.

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