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Revolución Ecológica

  • Foto del escritor: CILAC
    CILAC
  • 5 jun 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 5 feb 2020

¡Qué tal! Mi nombre es Tere Zapata, misionera clarisa y deseo compartir con ustedes una de mis pasiones: la ecología integral.


Esta pasión inicia desde pequeña cuando veía hacía las estrellas y decía que algún día sería astrónoma; fui creciendo y al participar 6 años con los scouts mi contacto con la naturaleza se fue desarrollando. Cuando tenía que decidir qué carrera estudiar supe que mis habilidades físico-matemáticas no eran suficientes para lograr el sueño de la astronomía por lo que opté por estudiar biología. Al terminar la universidad sentí el llamado para consagrarme al Señor y dije: “adiós sueño de investigación científica, de conocer a profundidad los misterios del universo…”; pero Jesús ya me tenía preparado algo más grande y acepté el reto, Él solo me pidió: “confía en mí”.


Después de tres años de ingresar, la congregación me envió a la misión de Italia para estudiar “educación y religión”. Al llegar el momento de buscar el tema de la tesis, donde sentía que mi cabeza ya no daba para más, solo tenía una inquietud muy concreta: “¿cómo puedo relacionar el cuidado de la naturaleza con la educación y la religión?”; fue entonces que el Papa Francisco había sacado recientemente la Encíclica Laudato Si’, por lo que en ella encontré la respuesta a las inquietudes más profundas de mi corazón.


Inmediatamente después de terminada la tesis, me envían a México donde me asignan el apostolado de la pastoral educativa en el colegio, por lo que decía “¡excelente, tal vez tendré alguna forma de dar clases de biología!”, pero comencé a encontrarme con papás del colegio que me decían que tenían inquietud por hacer algo a favor de la ecología; en el convento comencé a hacer una composta y a platicar con mis hermanas sobre la ecología integral…y fue donde comencé a descubrir –junto con la ayuda de mi superiora- que si comenzamos desde nuestra casa y las personas que nos rodean podemos hacer mucho por nuestra casa común.


Es así como Dios comienza a mostrarme un camino por el cual me siento llamada a “amar y hacer amar del mundo entero”, como dice nuestra fundadora, para mí es Cristo quien a través de la naturaleza me invita a descubrir el gran amor que tiene por cada creatura, y que todo, absolutamente todo está conectado y perfectamente en armonía, una armonía que solo Él sigue creando, día con día.


Soy consciente que no es fácil pero si posible, por eso necesitamos continuar la revolución ecológica a la que papa Francisco nos invita, solo HAY QUE DAR EL PRIMER PASO. En este día mundial del medio ambiente, los invito a hacer conciencia sobre qué es lo que cada uno hacemos por nuestra Casa Común. Si tienes alguna propuesta, ¡adelante, hagamos familia!

 


 
 
 

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